lunes, 24 de agosto de 2009

Disparidad (Rosa Regàs)

Disparidad (Rosa Regàs - elcorreodigital.com)

El Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba ha publicado un libro extraordinariamente instructivo y sugerente: 'La novela femenil y sus lectrices. La desvalorización de las mujeres y lo femenino en la crítica literaria española actual', de Laura Freixas.

A grandes rasgos, su tesis es que en literatura a los hombres se los juzga por la calidad de su obra y a las mujeres sólo por sus actitudes. Y yo añado, a no ser que estén muertas, y aun sólo unas pocas, como Carmen Martín Gaite o Mercè Rodoreda. Años se ha tardado en reconocer la calidad de la obra de Ana María Matute si se compara su prestigio con el de decenas de hombres famosos que no le llegan ni a la suela del zapato.

Laura Freixas expone con ejemplos lo que ocurre en nuestro país, donde los hombres se leen y se corean entre sí mientras el trabajo de la mujer se toma como un capricho insustancial que se le permite y por lo que debería sentirse satisfecha. Y menos mal que las mujeres leen también libros de hombres, porque si se limitaran a leer sólo los de mujeres como hacen ellos, que en general solo leen a otros hombres, ni siquiera contarían como lectoras.

Reducida a estadísticas, la relación entre hombres y mujeres resulta escandalosa y escalofriante en los premios literarios, oficiales o no, en los sillones de las reales academias, en las cantidades que cobran por charlas, congresos y conferencias, en la importancia que se les concede en los libros de texto y de investigación y en las distintas varas de medir con que se juzga su idea del amor, del dolor o de la desesperación.

Claro que lo mismo ocurre en todos los órdenes de la vida. Por ejemplo, en política. La prensa ataca o ensalza a un político por sus hechos y por su obra, pero cuando se trata de una mujer sólo cuenta su actitud, su forma de vestir, el tono de voz, su simpatía o su radicalismo. ¿Quién se ha metido con la voz de tiple y el verbo elemental de Camps? ¿Y quién no lo ha hecho con el traje que la ministra de Defensa vistió el día del desfile de las Fuerzas Armadas, obviando su trabajo y su honestidad? En esto derechas e izquierdas son casi iguales, todo hay que decirlo.
El libro de Laura es contundente y convincente, pero apuesto a que más de un crítico, si repara en él, que lo dudo, la acusará, al menos 'in mente', de estructurar su pensamiento sobre tópicos. Y es que no hay remedio en un país tan poco machista como el nuestro.

Luis García Montero: "Escribo poesía porque me horrorizan los dogmas"

Luis García Montero: "Escribo poesía porque me horrorizan los dogmas" (María S. Nieto - lavozdigital.es)

–¿Por qué Rota, Luis?

–Me gusta poco la playa y cuando mi mujer quiso buscar un sitio de veraneo le dije que a parte de playa, me convenía tener un buen amigo cerca con el que tomar copas. Vengo aquí porque es el pueblo de Benítez-Reyes. Él me arrastró a mí y detrás nuestra han ido viniendo otros amigos como Benjamín Prado, Ángeles Aguilera, Sabina...

–Para las tardes de verano, ¿Una buena novela o una caña con los amigos?

–Elegiría una buena novela, porque con los amigos siempre podría quedar para tomar una copa por la noche.

–¿Para quién escribe poesía?

–Escribo poesía pensando en un lector ideal. Escribir es inventarse lectores. El lector que yo pretendo crear es alguien que pide tiempo necesario para huir de los dogmas. Escribo poesía porque me horrorizan los dogmas.

–¿Su poesía no tiene prejuicios?

–Trabajar es quitar prejuicios. Todos tenemos prejuicios. Por eso se empieza a escribir con una papelera al lado. Y vamos tirando papeles sucios...

–Decía Juan José Téllez que siempre que escribe poesía se ahorra tiempo en psiquiatras...

–Ríe–. No siempre. Creo que la psiquiatría es el único negocio donde el cliente no tiene la razón. La poesía no sustituye a la psiquiatría porque es un esfuerzo por hacernos dueños de nuestras propias razones.

–¿Cuál es el mejor libro que ha leído?

–Como me resulta tan difícil elegir desde un punto de vista literario, voy a elegir desde un punto de vista humano. Una novela de Almudena Grandes: Atlas de Geografía Humana.

–¿Y el peor?

–El 80% de las mañanas pienso que los peores libros son los que escribo yo.

–Usted dijo que Almudena era su «amor secreto».

–Sí, es muy conocida mi relación con Almudena, mi amor por Almudena... Y, sin embargo, lo que hay entre nosotros va más allá de lo que conoce la gente o lo que hay en la literatura. Pesan más en mí los secretos que tenemos que lo que se sabe de nosotros.

–¿Qué echa de menos del amigo Ángel González?

–Mucho. Ángel sabía escuchar, sabía mirar. Era capaz de comprender y dar buenos consejos. Echo de menos su presencia diaria.

–¿Algún vicio mundano?

–He dejado de fumar y bebo mucho menos. Mi vicio más preocupante son los años.

domingo, 2 de agosto de 2009

Cristina Peri Rossi y Carles Alvarez - «En la escritura de Cortázar el lector siempre percibe una actitud moral»

Cristina Peri Rossi y Carles Alvarez - «En la escritura de Cortázar el lector siempre percibe una actitud moral» (Guillermo Balbona - eldiariomontanes.es)

Cristina Peri Rossi y Carles Alvarez destacan la significativa aportación del humor del autor de 'Rayuela', y la posición ética del hombre «discreto, íntimo e inteligente»


Quienes comparten «la pasión del goce lector y el conocimiento profundo» del autor de 'Rayuela' saben que todavía existen algunos inéditos de Cortázar. Por ejemplo, a la poeta, narradora y ensayista Cristina Peri Rossi le brillan sus ojos cuando recuerda que posee un cuento del autor argentino que aún no ha visto la luz. Pero los fieles «cortazarianos» también creen que ya no caben descubrimientos especiales salvo sorpresa mayúscula. Con una excepción: La edición ampliada de la Correspondencia en la que se trabaja ya y cuya aparición, aún sin fecha, revelará nuevos territorios del Cortázar más privado, «ese que nunca hablaba de su vida y que hizo de la privacidad una obra de arte».

Peri Rossi y el crítico Carles Alvarez, artífice de la edición de los 'Papeles inesperados' de Cortázar, voluminosa colección de textos hallados por azar, que vio la luz recientemente, trazaron ayer en la tribuna de los Martes Literarios -que se vio obligada al cambio de escenario (Paraninfo de las Llamas) por necesidades de programación de la UIMP- un itinerario de devociones e identidades en torno al autor de 'La vuelta al día en ochenta mundos'.

Cortázar, «el escritor eternamente joven», como recordó la poeta de 'Cosmoagonías', era «un símbolo que representó la revolución, aportó el toque de contemporaneidad, la actitud antiautoritaria, antisolemne, y con su reivindicación y uso del humor le hizo un gran bien a la literatura en castellano que a veces pecaba de solemnidad». Su rechazo a las «normas académicas, el hecho de que cambiara lo universitario y lo establecido le convirtieron en un símbolo para la Generación del 68 en América Latina, mientras la relación especial que creaba con el lector se fundamentaba en su forma de escribir».

La autora de 'El amor es una droga dura' destacó que para Cortázar la escritura era «una forma de ética y no un negocio. El lector siempre percibe en él una actitud moral». Peri Rossi subrayó su «sobriedad, su carencia de frivolidades y su posición ética».

Carles Álvarez, que coincidió en la radiografía, definió a Julio Cortázar como un autor bohemio, que nunca aceptaba encargos, ni siquiera cuando trabajó en el servicio de 'grandes firmas' de la agencia Efe. Ambos apuntaron que Cortázar «podía permitirse el lujo de no escribir según demandas», porque su economía no buscaba el fruto del éxito constante ni la dependencia de la literatura.

El autor argentino pensaba que «el tiempo no es dinero, es la vida y que la vida es el tiempo que no sabemos que tenemos». Como dice Caballero Bonald, recordó la autora uruguaya, «el tiempo es lo que nos queda».

¿Qué hubiera escrito ahora Julio Cortázar si estuviera vivo? El interrogante es tan abierto y desafiante para cualquier lector cortazariano, como arriesgado y lúdico para un amigo de cábalas.

La poeta Cristina Peri Rossi, cuya querencia por el autor de 'Rayuela' es más profunda que la del admirador lector, dado que la amistad proporcionó otros cauces de conocimiento, se dijo a sí misma en un primer momento que Cortázar probablemente no escribiría nada.

- Profundidad.

Pero después, de manera coincidente con el crítico Carles Alvarez, consideró que Cortázar «habría seguido en sus escritos un camino de profundización en la psicología de las relaciones humanas». La autora de 'Estado de exilio' subrayó que Cortázar encarna perfectamente esas situaciones en que «la vida de un escritor y su literatura están hermanadas». Peri Rossi fue más lejos: «No hay nada que haya escrito Cortázar que no haya partido del deseo de escribirlo».

Del autor de 'Bestiario', «modelo número uno y por excelencia de los talleres literarios, autor hiperimitado», Peri Rossi subrayó que «era como escribía; la antítesis del escritor profesional, alejado de lo mediático si no era para expresar opiniones políticas, y cuyo compromiso radicaba en su relación de identidad entre lo que decía y lo que escribía».

Álvarez, a propósito de 'Papeles inesperados', «una publicación muy valiosa que hace regresar a Cortázar a través de 'cortázares pequeños' y que está destinada a quien conoce su obra y participa de ese 'escritor-contraseña'», se mostró convencido que la fidelidad al autor de 'Todos los fuegos el fuego' componen un «secta transnacional integrada por lectores heroicos que son esos que quieren leerlo todo». Álvarez dijo que «pocas sorpresas pueden quedar de un escritor que tiene 37 libros».
No obstante, Peri Rossi se refirió a los 'papeles inesperados', como un «tesoro», y entre ellos destacó el cuento 'Ciao Verona', porque con él el escritor «rompe con su estilo e inicia esa profundización en las relaciones humanas».

Lo importante, coincidieron ambos, es que «volvemos a estar con él», ese vínculo de complicidad que el escritor argentino mantiene con sus lectores como de «hermano, de amigo, algo muy especial».

En lo humano, la autora de 'Estrategias del deseo' subrayó el perfil del «escritor discreto, íntimo e inteligente que siempre apostó en su escritura por las rupturas y transmitió libertad».

Carles Alvarez, que abordará la biografía de Cortázar, destacó la devoción que en Argentina se siente por el autor desaparecido hace 25 años y la reacción provocada por la aparición de sus textos 'inesperados. A su juicio, «Cortázar siempre será ese autor al que si se da a leer a los jóvenes en los institutos nunca se le odia».